Leonard Cohen recita "Dios está vivo, la magia está en marcha"

Dios está vivo, la magia está en marcha, Dios está en marcha, la magia está viva.

Lo vivo está en marcha, la magia nunca murió. Dios nunca enfermó.

Muchos hombres mintieron, muchos hombres enfermos mintieron. La magia nunca se debilitó, la magia nunca se  escondió, la magia siempre gobernó.

Dios está en marcha, Dios nunca murió, Dios fue gobernante aunque su funeral se alargó, aunque sus plañideras aumentaron, la magia nunca huyó, aunque levantaron sus mortajas el dios desnudo vivió, 

aunque tergiversaron sus palabras la magia desnuda prosperó, aunque publicaron
su muerte en todo el mundo, el corazón no se lo creyó.

Muchos hombres heridos se asombraron, muchos hombres golpeados sangraron.

La magia nunca vaciló. La magia siempre fue delante. Rodaron muchos pilares pero Dios no se tumbó.

Muchos hombres salvajes mintieron, muchos hombres gordos escucharon.

A pesar de que le ofrecieron piedras la magia fue alimentada, aunque cerraron sus cofres, Dios siempre fue servido. La magia está en marcha.

Dios gobierna. Lo vivo está en marcha. Lo vivo está al mando.

Muchos hombres débiles pasaron hambre, muchos hombres fuertes prosperaron, aunque alardearon de soledad, Dios estaba a su lado.

Ni el soñador en su celda ni el capitán en la colina. La magia está viva.

Aunque su muerte fue perdonada en todo el mundo, el corazón no se lo creyó, aunque las leyes fueron talladas en mármol no pudieron cobijar a los hombres.

Aunque se construyeron altares en los parlamentos no pudieron ordenar a los hombres.

La policía arrestó a la magia y la magia se fue con ellos por que la magia ama a los hambrientos.

Pero la magia no se entretuvo. Se mueve de un brazo a otro.

Descansa en una mano vacía. Se reproduce en una mente vacía, pero la magia no es un instrumento. La magia es el fin. 

Muchos hombres condujeron a la magia pero la magia se quedó atrás.

Muchos hombres fuertes mintieron, se limitaron a atravesar la magia y pasar al otro lado.

Muchos hombres débiles mintieron, se acercaron a Dios en secreto y aunque le
alimentaron, no quisieron decir quién fue curado, aunque las montañas bailaron ante ellos dijeron que Dios estaba muerto.

Aunque levantaron sus mortajas el dios desnudo vivió.

Esto es lo que quiero susurrar a mi mente. Esto es con lo que quiero reír en mi mente.

Esto es a lo que quiero que sirva mi mente.

Hasta que el servicio no sea más que magia, atravesando el mundo, y la mente
misma sea magia recorriendo la carne, y la carne misma sea magia bailando en un reloj, y el tiempo mismo la longitud mágica de Dios.

Leonard Cohen